Freire sustenta una pedagogía humanista –
espiritualista. Humanista porque centra en el hombre toda
la problemática educativa siendo el objetivo
básico de ésta la humanización. Espiritualista porque coloca en el espíritu el
sentimiento que impulsa al hombre a
auto configurarse, hace perceptible lo espiritual; lo que el hombre habla,
escribe, realiza es expresión objetiva de su espíritu. Freire considera que
toda acción educativa debe ir precedida de una reflexión sobre el hombre,
¿qué es?, ¿cómo es?, ¿para qué?, ¿por qué?, ¿para quién?, ¿contra qué?, ¿contra
quién? ¿a favor de qué?, ¿a favor de quién?, no existiendo una educación
neutra.
La educación liberadora se asienta sobre el criterio
del hombre histórico. Los hombres, pues, son praxis. "Praxis que siendo
reflexión y acción verdaderamente transformadora de la realidad, es fuente de conocimiento y
creación".
Freire se opone a la "educación bancaria",
imparte la educación que denomina "liberadora", que se identifica con
lo propio de la conciencia,
cual es su intencionalidad, en este sentido es un acto cognoscente, afirma el
dialogar. De esta manera el educador no es sólo el que educa sino a que a la
par que educa, es educado en el diálogo con el educando.
Esta educación liberadora tiene como objetivo fundamental
la organización reflexiva
del conocimiento al
prever al hombre de medios que
le liberen de la captación mágica o ingenua de la realidad, busca desapretar la
reflexión crítica hacia situaciones existenciales concretas. En estrecha
relación con esta idea de la educación liberadora aparece su idea del diálogo.
Para entender mejor el planteamiento pedagógico de
Freire es necesario abordarlo desde los siguientes puntos: La pedagogía del
oprimido donde resalta su método de
alfabetización; el diálogo como canal y medio indispensable en el proceso
educativo, para llegar a una Pedagogía de la Esperanza.
a.
Pedagogía del Oprimido
El punto de partida en el cual se inicia la liberación
del oprimido, viene dada en primer lugar en su alfabetización. En la cual
comienza un camino de conocimiento crítico de la realidad y a asumir posturas
frente a ella.
Freire convida a los analfabetos a salir de su apatía
y del conformismo de su "estilo de vida" en el que siempre han estado inmersos,
propiciándoles un desafío en comprender que ellos también son hacedores de
cultura.
Cuando un hombre o mujer se
percibe como hacedor de cultura, está venciendo, o dando el primer paso para
sentirse importante, y surge la necesidad de apropiarse de la lectura y
la escritura.
Los participantes del "círculo de cultura",
entran en diálogo sobre un objeto o ser conocido o sobre la representación de
la realidad a ser decodificada, responden a los cuestionamientos provocados por
el coordinador del grupo,
profundizando en sus lecturas del mundo.
Ivan Illich y su libro "La Sociedad Desescolarizada"
La educación universal por medio de la escolarización no es factible. No
sería más factible si se la intentara mediante instituciones alternativas
construidas según el estilo de las escuelas actuales. Ni unas nuevas actitudes
de los maestros hacia sus alumnos, ni la proliferación de nuevas herramientas y
métodos físicos o mentales (en el aula o en el dormitorio), ni, finalmente, el
intento de ampliar la responsabilidad del pedagogo hasta que englobe las vidas
completas de sus alumnos, dará por resultado la educación universal. La búsqueda
actual de nuevos embudos educacionales debe revertirse hacia la búsqueda de su
antípoda institucional: tramas educacionales que aumenten la oportunidad para
que cada cual transforme cada momento de su vida en un momento de aprendizaje,
de compartir, de interesarse. Confiamos en estar aportando conceptos necesarios
para aquellos que realizan tales investigaciones a grandes rasgos sobre la
educación --y asimismo para aquellos que buscan alternativas para otras
industrias de servicio establecidas.
Las últimas frases dejan claro lo que el título sugiere, que la
institucionalización de la educación marca una tendencia hacia la
institucionalización de la sociedad, y por el contrario las ideas de
des-institucionalización de la educación podrían ser un punto de partida hacia
la des-institucionalización de la sociedad. Y ahí es donde la radicalidad de
sus ideas quedan claras. Como pensador holístico, con una inteligencia
formidable y una erudición cultural amplísima, Illich siempre plantea sus
análisis en los términos más amplios posibles, pero precisos y certeros en sus
críticas.
El libro es más que una crítica, contiene propuestas en positivo para
reinventar el aprendizaje a lo largo de toda la sociedad y de toda la
existencia de cada individuo. Es de particular importancia su propuesta de
crear "telarañas de aprendizaje" (learning webs) apoyadas en
tecnologías avanzadas. Muchas de las características descritas recuerdan a la
naturaleza y el uso del la WWW en
general y de forma muy particular del trabajo y de los ideales de la Wikipedia.
Compañeros de
viaje para La Sociedad Desescolarizada es una reseña
crítica de este texto que lo pone en relación con el pensamiento de otros
autores que han puesto en cuestión el papel de la escuela en la educación.
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